¿Cómo conocimos Casa Grande?
Creo que fue a través de Graciela cuando propusimos que en vez de regalarnos para nuestros cumpleaños juntáramos el dinero y nos acercáramos a Casa Grande, institución con trayectoria en solidaridad y nos dijeran las necesidades inmediatas.
Y así empezamos en tres momentos claves.
El inicio de clases, contribuyendo con mochilas personalizadas con sus útiles. que serían enviadas a las escuelas ya contactadas por Casa Grande. Para el dia del niño , de la misma manera.
Averiguábamos precios, hacíamos el pedido , recibíamos , empaquetábamos con su nombre en caso de los juguetes o llenábamos las mochilas ya personalizadas. Para la entrega recurríamos a una de nosotras con auto, uno que otro vecino solidario ó el encargado del edificio con una carretilla. El asunto es que tenían que llegar los pedidos en tiempo y forma.
Recuerdo que un año solicitaron ayuda con elementos de higiene para un hogar de ancianos, y ahí verificando que descuentos que hacían con nuestras tarjetas nos largamos a la compra en Carrefour Vicente Lopez. Para los momentos de frío, compramos tela polar y con la ayuda de Isabel Zitzer, amiga de Graciela, fuimos a su casa a cortar, doblar y embalar.
Para las fiestas de fin de año, recurrimos a otras estrategias que después seguimos utilizando. Fue el contar a nuestras familias , amigas, grupos de trabajo y amigas o amigos de nuestros nietos para sumarlos a este voluntariado. Y hubo eco!!!!!! y del bueno.
Es muy difícil, que frente al conocimiento de las necesidades, alguien diga que no. Por pequeño que sea el aporte, sirve para el que lo recibe y para quien lo da.
A todas las personas que han colaborado con nosotras, les hemos reenviado las fotos de los colegios o comedores que han recibido la ayuda. De esta manera todas y todos nos sentimos igualmente partícipes.
SI nos preguntan ... ¿cómo hacen? les contamos para que puedan formar un nuevo grupo que se sume a esta cadena solidaria.
Silvia Schmunis.
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