¿Cómo surge el Merendero? N. El merendero surgió a través de que mi hija estaba muy grave y yo con toda la fé del mundo le pedí a Dios que si mi hija se salvaba, yo siempre iba a estar para los chicos, Yo siempre iba a ayudar a los chicos. Hasta donde mi cuerpo me dé, yo siempre iba a ayudar a los chicos. Y bueno, acá estoy. Hoy mi hija tiene 22 años y está viva gracias a Dios. Abrí un merendero en Capital, en Bajo Flores, y como me mudé para Esteban Echeverría y acá en hay mucha hambre, pero mucha hambre, muchísima, lo abrí acá. Y bueno, de un día para el otro empezamos a ir a buscar las leches en la salita. Yo iba a llevar a control a mis hijos y pedíamos la leche. Y ahí hacíamos leche para los chicos, le hacíamos pan, le hacíamos bizcochuelo y así arrancamos.
¿Cómo es la actualidad del merendero? N. Ahora tenemos 65 familias, más de cien chicos. La verdad que está todo muy difícil y no queremos cerrarlo, queremos seguir adelante. Ya va a ser este año, el 7 de junio, 14 años que estamos. Por eso necesitamos la ayuda de todos.
¿Cómo es el vínculo con las familias? N. Tenemos un vínculo muy lindo. Como siempre decimos, somos una familia grande.
Si ellos tienen un problema, ya me están llamando. Como referente del merendero... ¿Tenés algun deseo que quieras compartirnos?
N. Poder ayudar a los chicos con un trabajo, a las mamás, que no se salgan y junten latitas, o que está re feo el barrio para que ellos junten latitas o salir con el carro. Para que tengan un oficio, no sé, de panadería, costura, hacer cerámica. Un sueño sería poder agrandar el merendero, hacer el techo de losa para poder arriba tener otro espacio para que los chicos puedan aprender, tengan talleres, podamos hacer costura para que las madres puedan trabajar afuera, o tener una panadería. Ese es uno de mis gran sueños también.
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