Diego Martins es el Director de la Escuela Amapola, le hicimos algunas preguntas para interiorizarnos sobre como trabajan la solidaridad en la escuela.
¿Por qué deciden trabajar con sus alumnos en temáticas solidarias?
Porque entendemos la Educación como el motor de la Formación Ciudadana, despertando la conciencia de ser parte de un contexto más grande, estimulando la participación y el compromiso con el mundo que nos rodea.
¿Cómo lo transmiten?
Construyendo diariamente, dejando espacio en las distintas actividades e intercambios que existe la posibilidad de ser junto con otros. Y que esto conlleva una gran responsabilidad que comienza a construirse en la escuela.
¿Qué impacto ven en las aulas con posterioridad? ¿Hay cambios en la dinámica escolar, surgen propuestas nuevas, étc?
Hace unos años, desarrollando un proyecto de Comunidades Sostenibles en los grados superiores, preguntamos a los chicos y las chicas sobre el rol que creen que ellos tienen en su entorno. Y en ese momento la verdad es que no creían ser parte de un espacio o estructura más grande. No tenían certezas de que sus acciones podrían impactar de un modo u otro. Fue entonces que, a partir de diversas propuestas pedagógicas y de nuevos enfoques, comenzaron a pensarse como parte de un todo y a reconocer que hay posibilidades, acciones y espacios de participación en la comunidad.
Esto para nosotros, es el inicio de un camino que promueve lo que en Amapola llamamos Construcción de Ciudadanía y que forma parte vital de nuestro ADN.
¿Qué grado de feedback o participación reciben por parte de las familias de la Institución frente a una propuesta solidaria?
Hay un buen nivel de participación pero creemos que siempre podemos hacerlo mejor.
¿Qué valores destacan los alumnos y docentes vinculados a la solidaridad? ¿Qué obstáculos encuentran en la actualidad? ¿Tienen alguna anécdota para compartir?
La frase "la solidaridad empieza por casa" nos parece mucho más potente de lo que sugiere el imaginario. Con esto no queremos decir que es una cosa u otra, o que pensar en la micro comunidad de la escuela y sus vínculos y diversos actores inhabilita pensar en un contexto más grande. Pero es la puerta de entrada que nos permite entender la otredad. La calidad de los vínculos de todos los que formamos parte de la escuela nos estimula a pensar en el afuera y que todo forme parte de una gramática donde nos sabemos parte de algo, que las condiciones generales de la sociedad pueden ser variables, y que reflexionar sobre eso, posibilita pensarnos en términos solidarios.
La mejor anécdota que tenemos es la del "pasamanos". Como estamos cerca de la Sede, un año decidimos llevar las donaciones haciendo una "cadena humana" que resultó muy significativa. Desde la puerta de la Escuela y hacia Casa Grande todos nosotros formamos esos eslabones que permitieron que las prendas llegaran a destino. Es otra de las tantas maneras de sentirse protagonista.
¿Cómo conocieron a Casa grande? ¿Cómo es el vínculo con la Fundación?
Una mamá de la escuela es colaboradora activa de la Fundación y nos generó el nexo. Si bien ya egresaron como familia nosotros continuamos la alianza con Casa Grande. Nos alegra muchísimo desde Casa Grande poder trabajar en conjunto con la Comunidad Educativa de Amapola.